No es momento de atacar a nadie sino de buscar mejoras, este es un tema complicado y cada uno está sacando sus conclusiones. Solo desarrollamos una serie de reflexiones.
Cabe recordar que el país cuenta con un sistema educativo que agrupa cuatro niveles, pero tres prioritarios; primaria, secundaria y bachillerato, el caso ahora es, si los dos primeros niveles son flojos, obviamente el último que es bachillerato será peor y los resultados de la selectividad pésimos.
Los problemas se arrancan desde la raíz, no se puede tumbar un árbol desde las ramas, no juzgamos la decisión de las autoridades sólo planteamos una serie de reflexiones respecto a esta decisión. Desde hace más de 2 años se viene obteniendo malos resultados en la selectividad, si se mira superficialmente se puede señalar que el nivel del Bachillerato no está siendo sólido, pero haciendo una vista panorámica, estos resultados ponen de manifiesto el mal estado del sistema educativo del país.
Los Centros educativos son empresas de doble filo, por una parte, forman a los recursos humanos de una nación y por otra parte hacen dinero, en este último objetivo, se quedan solamente en maximizar sus beneficios y minimizar los costes. El primer punto que se debería tener en cuenta es el cuadro de profesores de los centros, ¿quién normalmente debe impartir clases?, y el otro factor no menos importante es ¿cuánto se debe pagar a un docente por una hora de clase?. Esta cantidad monetaria debería ser estándar en todos los centros educativos, en nuestro caso en los centros privados y los centros no deberían remunerar por debajo de ella.
El Bachillerato y los resultados de la selectividad son sólo un resultado de todo lo trabajado anteriormente, lo más lógico sería cerrar algunos centros hasta que éstos formalicen y presenten todos los expedientes de su personal al ministerio tutor o penalizarlos de otra manera. A demás ¡ojo!, se supone que cuando los estudiantes de un centro ya pasan a la selectividad, durante el año los directivos de estos han estado rindiendo cuentas a los inspectores de educación y éstos a su vez al departamento tutor, `por lo que se debería conocer de ante mano la situación de cada centro.
Ahora bien, 31 centros se han quedado sin bachillerato temporalmente, lo que quiere decir indirectamente que más de 1000 estudiantes tendrán que incorporarse en otros centros, algo que aumentaría el volumen de estudiantes en el nivel preuniversitario de los centros restantes, y llegamos a otra dificultad, teniendo en cuenta que no es recomendable que a una sola clase asistan más de 30 estudiantes algo que se contemplan en muchso centros del país. Por lo que dificilmente los profesores pueden controlar el rendimiento de todos sus estudiantes.
El tema de la consideración a la docencia también es influyente, así como concienciar a éstos sobre la responsabilidad social que poseen, no se entiende cómo un profesor o maestro va tener más de 3 puestos de trabajo, lo peor es que hay unos que imparten clases en más de 3 centros y ocupan al mismo tiempo puestos en la administración pública, olvidándose de que quien abarca mucho poco aprieta.
Con todo lo expuesto anteriormente es evidente que el problema no es el bachillerato, y si fuese así, entonces se estaría preparando a los estudiantes solo para que puedan aprobar la selectividad y no que estén formados básicamente.