La entrega de la novena edición de los Premios Joncham del pasado 16 de noviembre, rozó la excelencia caótica en organización.
El mayor evento musical del país que reúne al año a los mejores talentos de este sector a nivel nacional, se celebró el pasado fin de semana en el hotel 3 de Agosto de Malabo. En esta edición, se han producido algunos acontecimientos que van desde la misma organización, hasta el comportamiento de los artistas, que han dejado dañada tanto la imagen, así como la credibilidad de estos premios.
Pues, todo parte con la hora del inicio del acto, que según los organizadores, estaba programado a las 18:00h, pero tuvo que empezar hasta casi las 21h. Todo eso, justificado presuntamente por la falta de la presencia de los artistas.
Durante el desarrollo algunas figuras como Johnson Killer, José Blasky, Kiko B y compañía, así como representantes de artistas, mostraron comportamientos poco comunes que reflejan una falta de autoridad y excesiva permisividad por parte de los Joncham. Vayamos a desarrollarlo por partes.
- Trislova, pese a ser de los últimos en llegar al evento, perdiéndose la premiación de otros artistas, no dudaron en abandonar el lugar una vez que recogieron sus correspondientes distinciones, mostrando por ende, una falta de consideración y respeto a todos los ahí presentes.
- Johnson Killer y su mal perder. El ganador del premio a mejor artista masculino protagonizó una de las escenas de la noche cuando se levantó visiblemente enfadado con intención de abandonar el evento, todo eso, tras saberse que no era él, sino Súper Xulo, el ganador del premio a la canción más pupular. Cabe aclarar que en esta categoría Jhonson Killer estaba nominado con la canción de «Juramento» y no la de «Águila». Más tarde, el artista justificó su acción señalando que se debió a los nervios del momento.
- Jose Blasky. Tal vez ganó justificadamente el premio a artista revelación, pero su actitud mostrada sobre el escenario en el momento de recibir su galardón, dejó mucho que desear. Un discurso atacante que una vez finalizar, dejó tirado el micrófono sobre el escenario, a todo eso, se le suma el mal trato que mostró antes y después del acto con los medios de comunicación, a los que no atendió en ningún momento.
- Los representantes de artistas y su excesivo protagonismo. Es normal que en este tipo de citas, algunas imágenes por cuestión de agenda tengan que ausentarse y ser representados por sus agentes. Éstos a su vez, en caso de recogida de premios, deben ser breves y medidos en sus discursos. Algo que no fue así el pasado fin de semana, donde se oyeron discursos desmedidos con una evidente pobreza de vocabulario por parte de algunos representantes.
Este conjunto de acontecimientos por citar algunos, dejaron manchadas una noche que se suponía que tendría que haber estado más llana de arte y buen ambiente que de polémicas. La organización JONCHAM debería tomar ejemplo con lo sucedido en los premios Oscar 2022 con Will Smith y la reacción disciplinaria impuesta sobre él.
Claro que, esto no será Hollywood, pero los valores humanos son universales. De nada sirve premiar a artista cuyos comportamientos como personas no tienen la aceptación del público.
La fragilidad demostrada y lo que se pudo interpretar como corona de privilegios para algunos artistas, son datos y observaciones que, de seguir dándose, dejarían entre dicho todo el trabajo realizado hasta ahora por parte de la organización Joncham.
VÍA: RAFAEL ENZEMA