El artista considerado por la demanda civil como depredador sexual se enfrenta a una posible cadena perpetua por 10 demandas impuestas por sus víctimas.
El productor, actor, cantante y empresario estadounidense “Sean John Combs” de nombre artístico P Diddy o Puff Daddy, ha sido detenido por 10 demandas de presuntos delitos de violacion, abuso y acoso sexual lo que hace que la justicia le considere como presunto “depredador sexual”.
A pesar de ser investigado durante casi un año con vídeos claros de sus agresiones y la irrupción de FBI en sus propiedades para buscar pruebas relacionadas y unas multas que alcanzan los 100 millones de dólares, Diddy seguía en libertad hasta ayer lunes cuando ha sido detenido en un hotel de Manhattan, Nueva York, donde residía actualmente.
Según la fiscalía, se detiene a P Diddy por unas pruebas que por ahora “no se pueden revelar” presentados por un gran jurado formado por ciudadanos que se mantienen en anónimo para la seguridad del caso.
Entre las demandas impuestas al productor y empresario norteamericano, se encuentra la de su ex novia, Cassandra Ventura, acusando le de abuso sexual, agresión sexual y tráfico sexual. Esta acusación desató después una serie de denuncias más, porque poco después también fue acusado por Joi Dickerson-Neal de violarla en 1991. La de Liza Gardner, de violarle junto a su amiga en 1990. Y la acusación de parte de una chica que dice haber sido obligada a consumir drogas y ser violada en el estudio de Combs, cuando era menor de edad. Pasado este periodo, empezaron a llover más denuncias recientes, y es que Rodnes John Jr, también afirma haber sido tocado sin consentimiento por Puff Dady. Crystal McKinney le acusa de obligarla a tener sexo oral en 2023. April Lampros afirma que el cantante le agredió en Nueva York. Adria English, quien trabajó para él en una fiesta le acusa de tráfico sexual y la última demanda fue echa por Dawn Richard, quien afirma que el artista le obligó a cumplir sus caprichos a cambio de cantar en un programa creado por él.
Esta detención al mangante de la música supone un gran giro en su mundo musical y empresarial, ya que en caso de declararse culpable, podría enfrentarse a una cadena perpetua y perder todo aquello que ha trabajado durante años.
Fuente: El País