¿Quién dijo que todos los protagonistas de las historias mitológicas africanas eran antagónicos?. Nuestros coetáneos sólo nos contaron la mentira que creyeron más justa en un determinado momento.
Licenciado en Medicina y nacido en Nsangayong-Esangui, provincia de WeleNzás, José Ntutumu Edu es amante de la literatura y lo ha demostrado a través de tres recientes publicaciones: Abuela Eyang, un camino hacia dos destinos y la más reciente, Tótem. Un personaje presentado como bondadoso, a diferencia de la mayoría de las historias mitológicas.
Si alguien se preguntase para qué sirve la novela Tótem, aparte de entretenernos con su lenguaje sutil, sobrio y ameno o para mostrar que no todos los personajes de las historias mitológicas son antagónicos, aquí tienes una respuesta: para sumergirnos en la historia oculta de unos pueblos de África Ecuatorial, una historia que nos negaron nuestros coetáneos.
La novela es una mezcla de misterio y humanidad entrelazada en torno al enigmático personaje de Tótem, reverenciado por su conexión tanto con lo terrenal como con lo divino. A lo largo de cuatro cautivadores episodios, se despliega un tapiz de intrigas y pasiones.
En el primero, la imprudencia de Osima lo conduce a una dolorosa contradicción, facilitando un veredicto injusto que desencadena una serie de eventos inesperados. Los episodios dos y tres nos sumergen en un mundo donde los chismes se convierten en peligrosas armas, recordándonos la importancia de la prudencia y la sabiduría antes de emitir juicios precipitados.
Finalmente, en el épico desenlace, el Totem emerge como símbolo de la unión entre la fuerza natural y la voluntad humana, triunfando sobre la oscuridad y redimiendo a aquellos cazadores de hombres que se han extraviado en la codicia y la vileza.
Con una prosa cautivadora y una narrativa envolvente, este libro nos invita a reflexionar sobre la complejidad de la condición humana y la eterna lucha entre el bien y el mal. Estos son los grandes mérito de Tótem. En cuanto a los defectos de la novela, que los señalen un crítico profesional, que para eso cobran.